Discurso de la Coordinadora Residente por el Dia Internacional del Niño Africano

Excelentísima Señora ministra de Asuntos Sociales e Igualdad de Género

Estimada Representante del UNICEF

Distinguidas autoridades

Estimados invitados

Queridos niños y niñas

Es un honor para mí tomar la palabra para clausurar este acto de conmemoración del Día Internacional del Niño Africano, que hemos organizado esta tarde en coordinación con la ministra de Asuntos Sociales e Igualdad de Género y la Representante Residente del UNICEF.

Todos hemos seguido con atención la representación teatral sobre tres temáticas seleccionadas que afectan a los niños y las niñas en África, seguido de los debates que han permitido escuchar sus inquietudes, sugerencias y recomendaciones para contribuir a solucionar los problemas planteados y que afectan a la infancia.

Permítanme recordarles que esta fecha, que se celebra desde 1991, es para honrar la memoria de las víctimas de un hecho abominable: el 16 de junio de 1976 miles de escolares tomaron las calles de Soweto (Sudáfrica) protestando por la ínfima calidad de la educación que recibían. Y como consecuencia de esa manifestación y las posteriores que duraron dos semanas, cientos de personas murieron tiroteadas y más de mil resultaron heridas.

Este año la Unión Africana ha escogido como Tema: “Eliminación de las prácticas nocivas que afectan a los niños”. El objetivo es, por tanto, crear conciencia no solo sobre la necesidad constante de mejorar la educación de los niños en África, sino de que las familias, educadores, gobiernos, instituciones, ONGs y la sociedad civil en general, promuevan y respeten los derechos de los niños, a través de la adopción de prácticas y políticas adecuadas, extensivas (que contemplen todo los grupos vulnerables y marginados) e inclusivas, “sin dejar a nadie atrás”.

Naciones Unidas trabaja con el Gobierno desde un enfoque que pretende lograr el bienestar integral de los niños y las niñas en Guinea Ecuatorial: garantizar su salud, educación e integración en el entorno familiar y social. El cierre de los centros de formación por la pandemia de COVID-19 y los accidentes del 7M fueron duros golpes para estas aspiraciones; pero nuestra cooperación en materia de promoción y respeto de los derechos de las personas, con especial atención en los niños y niñas, debe ser el punto fuerte para superar dichos retos y avanzar en la senda de la Agenda 2030.

Termino mi intervención en este día en el que los protagonistas son el niño y la niña africanos en general y guineanos en particular, reiterando la disponibilidad del Sistema de las Naciones Unidas en el país, para reforzar y seguir siendo el principal socio del Gobierno en material de promoción y protección de los derechos del niño y la niña.

MUCHAS GRACIAS